La publicidad engañosa en el mundo digital

Todos consumimos varios servicios y productos a lo largo del día. Esto nos convierte en clientes potenciales para un sinfín de empresas que luchan por ser nuestra primera opción a la hora de satisfarcer nuestras necesidades en un entorno con una oferta cada vez más diversificada. ¿Cómo llamar la atención de un posible cliente para que se decante por una empresa? Algunas emplean el ingenio para que su producto destaque, empleando estrategias de comunicación que logran ofrecer una imagen atractiva, pero no todos los casos son así, teniendo la otra vertiente, la publicidad engañosa. ¿Por qué engañar a un posible comprador? La respuesta es tan controvertida como sencilla: obtener beneficios de una manera rápida. En un principio la idea no está mal. Obtienes beneficios en tiempo récord a través de pequeñas argucias publicitarias. Son todo ventajas, ¿no? Error. Mantener una buena imagen de marca a nivel digital es crucial para un negocio. 

En el mundo off line los clientes, antes de adquirir un producto o servicio, recurrían a las experiencias que acumulaban las personas de su entorno. Alguien compraba un producto seducido por una publicidad falsa, al comprobar que era víctima de un engaño publicitario…¿crees que volvería a comprar dicha marca? ¿Alguien de su entorno lo haría?  En este momento el método coloquialmente conocido como el “boca a boca” se ha convertido en algo masivo, ya no necesitamos la opinión de alguien cercano para cerciorarnos de la buena praxis de una empresa, ahora tenemos cientos de opiniones a golpe de clic. ¿Alguien adquirirá un artículo de una marca donde el ochenta por ciento de las opiniones son negativas? Lo más probable es que no, pero si el precio es reducido y un veinte por ciento de personas opinan que está bien, por qué no probar… ¿y si ese ochenta por ciento está formado por las críticas de seis mil personas? En este caso el no sería rotundo.

Foros y páginas como Ciao, donde los usuarios puntúan las empresas y cuentan sus experiencias, han convertido a cada cliente en un punto de referencia para que otros tantos, potenciales compradores, se interesen por tu marca o por el contrario y en el peor de los casos, dejen de hacerlo y la tachen para siempre de su lista. Y no sólo antiguos clientes insatisfechos sino usuarios que hayan leído críticas previamente.

La publicidad debe ser fiel al producto que se está vendiendo, las condiciones que la empresa promete deben cumplirse, esto garantizará un ratio de confianza alto. Los clientes satisfechos tienen una actitud recíproca y no dudarán en contárselo al mundo.
Comprender y aplicar el concepto de Customer Centric es fundamental. Ofrecer un trato personalizado, alinear los productos y servicios con los deseos y necesidades de los clientes, centrarse en su valor y no olvidar que esto debe ser  constante ya que el cliente y sus necesidades están en un cambio continuo y las compañías deben adaptarse a él.

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