¿Ha sido el social commerce una mala apuesta?
15/12/2016 - 3 Minutos de lecturaHace unos meses se empezó a decir que las redes sociales estaban evolucionando. Éstas se encontraban preparadas para dejar de ser un medio limitado a socializar y comunicar y debían comenzar a expandirse hacia nuevas áreas como la compra y venta. Por este motivo, todas las redes sociales comenzaron a implementar los botones de compra y, de este modo, intentar hacerse un hueco dentro del comercio electrónico. El llamado social commerce parecía una gran apuesta pero sus resultados no dicen gran cosa.
Facebook había intentado posicionarse en el ámbito del social commerce casi desde sus inicios pero no logró grandes efectos entre sus usuarios. Los expertos aseguraban que la red social no estaba preparada y que los consumidores aún no veían las redes sociales como una herramienta de compra. Este pensamiento cambió por completo hace unos meses motivado por la gran presencia actual de las redes sociales en la vida de los internautas y su notable peso a la hora de las decisiones de compra.
El papel fundamental de las redes sociales en los procesos previos a la compra fue la base de la gran expectación del social commerce. Semana tras semana la mayoría de redes sociales comenzaron a incluir un botón de compra: Twitter, Facebook, Pinterest… Comenzaron a publicarse datos sobre cómo el consumo era cada vez más social y los expertos situaban al social commerce como un cambio radical dentro del ecommerce.
Tras unos meses de entusiasmo, parece ser que las predicciones no resultaron ser del todo ciertas. Según datos de Custora, solo el 1,5% de las compras que se están haciendo actualmente en ecommerce se realizan a través de social commerce. Estos datos han hecho que algunas redes sociales tomen ciertas medidas al respecto.
Twitter ha confirmado que no va a dedicar esfuerzos a sostener anuncios que incentiven la compra en la propia red social sino que van a redirigir estos esfuerzos hacia otras áreas centradas en el ecommerce. Por su parte, Facebook también está destinando muchos más recursos a otras áreas y reconocen que prefieren poner en contacto tiendas con consumidores que ofrecer el soporte directo a la venta.
Ante esta situación parece ser que el social commerce ha resultado ser un fracaso. El panorama no resulta muy optimista pero diversos analistas no tiran la toalla y preven que el comercio social dará sus frutos a largo plazo.
Etiquetas:Social Commerce
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