Lecciones en estrategia de marketing y gestión que nos ha dejado el coronavirus

El año 2020 ha sido catastrófico para las pequeñas y medianas empresas. La crisis del coronavirus ha transformado por completo nuestros hábitos de vida y de consumo, lo que ha obligado a las PYMES a reinventarse de una forma acelerada para que su actividad no se viera gravemente afectada. Aun así, estos cambios y ajustes obligados, les han permitido descubrir nuevas vías de actividad que, en una situación normal, probablemente no habrían adoptado. A este respecto, ¿qué aprendizaje en estrategia de marketing y gestión podemos obtener de esta nueva situación que estamos viviendo?

La transformación digital, una asignatura pendiente

El confinamiento y las duras restricciones impuestas a causa del coronavirus transformaron de forma abrupta la forma en que compramos. Durante el 2020, todo se compró y se vendió online, incluso lo impensable, como productos del campo. En este sentido una de las primeras lecciones que nos ha dejado esta crisis es la importancia de la transformación digital.

Esta pandemia demostró a grandes empresas y a PYMES que la gestión de un negocio ya solo puede ir de la mano de la digitalización. Esta no solo permite seguir comprando y vendiendo, sino también seguir siendo operativos incluso desde casa y continuar conectando con los consumidores.

Internet: un mundo de oportunidades

Muchas pequeñas y medianas empresas aprendieron el pasado año que la red puede ser un elemento fundamental dentro de su estrategia de marketing. Al igual que para un establecimiento físico buscamos siempre el mejor emplazamiento, en internet también es importante tener una ventana clara y eficiente a la que los usuarios puedan asomarse.

Internet se ha convertido en el gran aliado para seguir conectado con el público en tiempos de distanciamiento social, ha abierto nuevos canales de venta y ha permitido dar continuidad a muchos negocios durante la pandemia.

También se puede competir con los grandes

A la hora de pasarse al ámbito digital, las pequeñas y medianas empresas deben pensar muy claramente cuáles son sus fortalezas y debilidades. Esto les permitirá establecer en su estrategia de marketing y ventas qué es lo que realmente pueden hacer y cómo llevarlo a cabo. No deben centrarse en cómo operan los grandes, ya que estas empresas tienen un mayor margen de maniobra en situaciones de crisis.

El hecho de centrarse en sus fortalezas ha sido, precisamente, lo que ha convertido a algunas PYMES en buenos competidores para algunas grandes empresas. La diferenciación, la cercanía y la conexión emocional han sido claves en la toma de decisiones de los consumidores.

Conecta emocionalmente con tus consumidores

Como mencionamos en el punto anterior, la conexión emocional con los consumidores ha sido decisiva para mejorar el posicionamiento de muchas pequeñas y medianas empresas. Los usuarios ven en este tipo de negocios lugares propios, cercanos e incluso transcendentales, lo que en momentos de crisis puede decantar la balanza a su favor.