Emocióname con tu Storytelling

23/12/2016 - 4 Minutos de lectura

Señoras y señores necesitamos historias. Relatos que nos emocionen. ¿Para qué? Para conectar con las personas, para identificarnos con las marcas, para sentir que formamos parte de algo, de alguien… Más de 150 veces vemos nuestro teléfono móvil, las primeras 50 veces para consultar la hora, las otras 100 para descubrir o incluso crear nuestra propia historia del día.

Directores de marketing que deseáis estar presentes en los smartphones de vuestro público, que vuestra marca sea recomendada en una conversación entre amigos o que el logotipo de vuestro negocio esté pegado en la nevera de una casa.

Vuestra marca necesita una historia que contar. De nada sirven los monólogos de “Yo soy el mejor…” Si no hay una historia convincente detrás y que transmita un sentimiento de conexión.
Es difícil emocionar, lo sabemos, así que vayamos al lugar donde nos reunimos para compartir historias: el cine. ¿Cuál fue la última película que recuerdas con cariño? ¿Te sentiste identificado con algún personaje o situación de la historia?
Piensa. ¡Extacto!

<< La clave está en conectar y empatizar con el público >>

¿Cómo lo conseguimos con nuestra marca? Humanizándola.
Transmite la historia de tu marca siempre basada en un insight o situación capaz de conectar con el público. Necesitas encontrar esa “chispa” capaz de despertar un sentimiento en común tu público objetivo. Y que debe responder a la visión de la marca y la estrategia de comunicación. Un ejemplo es la campaña de Ikea la «Cenología».

¿Qué más requisitos debe cumplir nuestra historia?
Debe ser un relato convincente, con personas reales o personajes animados. En ningún caso puede ser la marca. Define el tono y el argumento de tu historia. Existen temas clave con los que puedes conectar con el público: la vida y la muerte, el amor y el desamor, el odio, la amistad, el bien y el mal, la esperanza o el engaño… No importa el tema que elijas, siempre y cuando pienses en tu público y si la historia que vas a contar va a ser relevante para ellos.

De nada sirve, emocionar si no recuerdan tu marca.
Un ejemplo es el spot en el que un niño abría un paquete y se encontraba con ¡un palo! ¿Recuerdas la marca?

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Ser personal, original y auténtico; el protagonista de tu historia debe transmitir y conectar con el público. ¿Cómo lo conseguimos? Tomando nota de ejemplos como este, en el que Iñaki Quenerapú nos cuesta como la casualidad lo llevó a embarcarse en la organización de uno de los mayores eventos de Europa en Santiago de Compostela. Y hasta aquí podemos escribir. Pulsa en play y descubre la historia.

Y ahora te toca a ti. Emociónanos con tu historia. Puedes escribirnos, nos encantaría conocerla.

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